Siempre hay algo.

Esa pequeña sensación de un círculo de problemas por resolver, un tema nuevo por tratar, conversaciones difíciles por abordar y la constante necesidad de arreglar algo.

En primer lugar quiero decirte que no es solo un pensamiento es parte de la realidad que enfrentamos día a día. Se nos ha vendido la idea de que la vida es bella y todo es bueno y aveces aparecen dos o tres situaciones pero nada más. Entonces cuando se tiene esa percepción cuando llegan los conflictos estamos paralizados y consumidos en el choque, para poder aceptar el golpe como una realidad.

En realidad el dolor es la promesa más segura en este plano de la vida. Los infortunios, las rupturas, las enfermedades, las desgracias, el cancer, la muerte, las decepciones, los engaños y traiciones, podríamos añadir una larga lista interminable. Esa es la común y no la variable.

Los momentos de felicidad o “traguitos de dopamina” son la excepción y no la regla, los raros, lo poco común y corto. Razón por la que sentimos que los infortunios son eternos comparados con los “buenos ratos”. Por lo que es más fácil pasar horas hablando y quejándonos de una mala situación que celebrando un logro.

Pero no te preocupes, no quiero deprimirte, sino con toda intención quiero recordarte que es normal sentirte como te sientes en momentos donde todo parece ponerse más incómodo de la cuenta o el plan no sale como esperábamos. Y deseo que cualquiera que sea la temporada que atraviesas puedas vivirla desde tu esencia, sin dar lugar a la queja y apreciar el proceso.

La vida es constante evolución, estamos creciendo por eso sentimos que siempre duele, añeja, molesta e incomoda algo en o con nosotros. La semilla primero debe morir para poder nacer como planta. Sin dolor no hay crecimiento.

Crecer duele, duele y duele especialmente cuando no sabemos poner en palabras como se siente. El proceso de crecimiento implica con el nuevos temas, nuevas ocupaciones, nuevos retos y desafíos y si algo te duele es la evidencia de estar creciendo.

Así que si siempre tienes un tema, desafío o novedad o eres de lo que dicen: “Yo no he resuelto bien una cosa cuando ya me llega otra” Bienvenido, estás en etapa de crecimiento en algún aspecto de tu vida y la incomodidad y el dolor es completamente normal.